IDENTIFICACIÓN Y DESARROLLO DEL PROBLEMA
Bullying
es una palabra inglesa que significa intimidación. Infelizmente, es una palabra
que está de moda debido a los numerosos casos de persecución y de agresiones
que se están detectando en todos los niveles culturales y que están llevando a
muchos seres a vivir situaciones verdaderamente aterradoras. El Bullying se
refiere a todas las formas de actitudes agresivas, intencionadas y repetidas,
que ocurren sin motivación evidente, inclusive en las creencias religiosas,
adoptadas por uno o más estudiantes contra otro u otros.
El
que ejerce el Bullying lo hace para imponer su poder sobre el otro, a través de
constantes amenazas, insultos, agresiones, vejaciones, etc., y así tenerlo bajo
su completo dominio a lo largo de meses e incluso años. El maltrato
intimidatorio le hará sentir al acosado dolor, angustia, miedo, a tal punto
que, en algunos casos, puede llevarle a consecuencias devastadoras como el
suicidio. El Bullying no entiende de distinciones sociales o de sexo, lo cierto
es que el Bullying hace su presencia en casi cualquier contexto. Respecto al
sexo, tampoco se aprecian diferencias, al menos en lo que respecta a las
víctimas, puesto que en el perfil del agresor sí se aprecia predominancia de
los varones.
Las
causas que pueden hacer aparecer el acoso son incalculables. Tanto como las
formas en las que se manifiesta y los perjuicios que ocasiona. En general las
causas o factores que lo provocan suelen ser personales, familiares y/o
escolares y religiosas. En lo personal, el acosador se ve superior, porque
cuenta con el apoyo de otros atacantes, o porque el acosado se trata de alguien
con muy poca capacidad de responder a las agresiones. El acosador lo que quiere
es ver que el acosado lo esté pasando mal. La única manera de combatir el
maltrato es la cooperación entre todos los involucrados.
Las
múltiples investigaciones existentes muestran que el Bullying es un problema
real y grave en las escuelas, oficinas, templos, en el ámbito familiar etc.,
independientemente de los países, del tamaño de los establecimientos, de la
diversidad cultural, del nivel socio-económico de los acosadores y los
acosados. Es un problema transversal en que existe en todos los niveles
sociales de nuestros tiempos. Las consecuencias en la victima del Bullying
pueden ser tanto físicas como psicológicas y en muchos casos, pueden ser
permanentes en el tiempo. Algunas investigaciones refieren desde daño físico
como moretones, pérdidas en el patrimonio personal, hasta severas consecuencias
en la salud mental a futuro, como depresiones severas, trastornos de ansiedad
y/o estrés post traumático, e incluso el suicidio.
CULTURA
EXISTENTE
Los
países que han tomado conciencia del problema y que han actuado, han logrado
desarrollar una serie de políticas públicas para enfrentar el problema, siendo
evaluadas y establecida su eficacia. Las estrategias además de convocar a
diferentes actores: Intimidados o Intimidadores. Todo indica que las
estrategias más eficaces son las que pueden entenderse como integrales,
aquellas que incorporan a toda la comunidad y operan en los distintos niveles.
Ahora bien, la integración de los padres es considerada en la mayoría de las
estrategias, porque ella se define como fundamental. Es importante tomar, en primer lugar, conciencia de que el
Bullying existe, que es un problema grave, que no necesariamente hay que buscar
culpables, reconocer que intimidados e intimidadores requieren atención, y
tomar la decisión de enfrentar el problema.
PRINCIPIOS
EN QUE SE SUSTENTA EL PROYECTO
*
Lo trágico en una sociedad no es que falten verdaderos principios sino que no
haya quienes estén dispuestos a vivirlos. La paz, es una conquista espiritual
del hombre, sus raíces son de orden cultural y moral, debe realizarse en la
verdad; debe construirse sobre la justicia; debe estar animada por el amor,
debe hacerse en libertad. Es la gran condición necesaria para la vida, y el
desarrollo de las personas y de las naciones. La voluntad en la educación para
la paz debe ir dirigida a las actitudes que están en la base de las tensiones:
la animosidad, el odio, el egoísmo y la desconfianza, la errónea competencia y
el ciego interés. La voluntad debe dejarse guiar por la verdad. No hay paz sin
una disponibilidad de diálogo sincero y continuo.
*
La familia es la única comunidad en la que todo hombre es amado por sí mismo,
por lo que es y no por lo que tiene, es fundamentada en el amor, sin él no
puede vivir, crecer y perfeccionarse como comunidad de personas. Constituye el
lugar natural y el instrumento más eficaz de humanización y de
despersonalización de la sociedad. Es la escuela más completa y más rica de
humanismo. A la familia van unidos valores fundamentales, que no se pueden
violar sin daños incalculables de naturaleza moral. La familia es la primera escuela
de valores fundamentales donde se basa toda la estructura de una educación para
la paz.
*
Una verdadera paz no es posible si no promueve, a todos los niveles, el
reconocimiento de la dignidad de la persona humana, ofreciendo a cada individuo
la posibilidad de vivir de acuerdo a esa dignidad. En toda convivencia humana
bien ordenada y provechosa hay que establecer como fundamento el principio de
que todo ser humano es persona, esto es, naturaleza dotada de inteligencia y de
libre albedrío, y que, por lo tanto, el hombre tiene por sí mismo derechos y
deberes, que dimanan inmediatamente y al mismo tiempo de su propia naturaleza,
a los cuales no puede renunciar por ningún concepto. Educar en esta verdad es
uno de los caminos más fecundos y duraderos para consolidar el valor de la paz.
*
La primera y esencial tarea de la cultura es la educación. La educación
consiste en que el hombre llegue a ser cada vez más hombre, que pueda ser más y
no sólo que pueda tener más, y que en consecuencia, a través de todo lo que
tiene, todo lo que posee, sepa ser más plenamente hombre. En el cumplimiento
del deber educacional los padres no pueden ser sustituidos por nadie, y nadie
puede tampoco quitar a los padres esta tarea suya primordial. La escuela debe
formar al hombre y no informarle simplemente; debe contribuir a elevarlo, debe
hacerlo crecer en el orden del ser.
*
La formación del hombre consiste en el desarrollo de sus propias capacidades,
en la formación de su propia libertad, mediante la cual dispone de sí mismo. Es
necesario, asimismo promover la maduración de la persona ayudándola a
desarrollar sus dimensiones socio-culturales, morales y religiosas mediante el
recto uso de la libertad. La formación unitaria
de la personalidad humana no puede menos que tender hacia el crecimiento
integral de sus relaciones con el mundo, con los demás y principalmente con
Dios. Esto implica, ante todo, la formación ética, que tiene primado en la
formación integral de la persona.
*
Debemos construir una civilización del amor, que evoque la alegría, alegría
entre otras cosas, porque un hombre viene al mundo y, consiguientemente, porque
los esposos llegan a ser padres. Civilización del amor significa alegrarse con
la verdad. Si la familia es tan importante para la civilización del amor, lo es
por la particular cercanía e intensidad de los vínculos que se instauran en
ella entre las personas y las generaciones.
*
La violencia es siempre una ofensa, un insulto al hombre, sea en quién la
ejecuta o en quien la padece. La matriz de la violencia es el odio, y tiene
necesidad de la mentira, procurando asegurarse una respetabilidad en la opinión
general a través de justificaciones totalmente extrañas a su propia naturaleza
y, por lo demás, frecuentemente contradictorias entre ellas mismas. La
violencia es siempre una falta de respeto a la imagen y semejanza de Dios en
nuestro prójimo, en toda persona humana, sin excepción alguna.
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